"A solas con mis notas, el corazón me late fuertemente y las lágrimas fluyen a raudales de mis ojos".
Giuseppe Verdi

sábado, 12 de septiembre de 2009

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La gran Clara

Una pianista muy joven tiene como padre a un profesor de música que le da una esmerada educación. Clara, hija de Wieck, escribe obras musicales que confirman que las mujeres también están dotadas para la composición, cosa que se opone al pensamiento de la época. Robert Schumann, sensible y extravagante compositor alemán, va a estudiar con el Sr. Wieck a Leipzig y se aloja en su casa. Clara tiene 11 años y él 20, pero años más tarde se enamora perdidamente de ella. El padre de la joven se opone a las relaciones entre Clara y Roberto, pero cuando ella llega a la mayoría de edad se casan. Hasta aquí la parte bonita del cuento: el amor entre dos atractivos jóvenes, la lucha de los enamorados contra las dificultades que les impiden ser felices juntos, el príncipe azul que al final te lleva en su caballo blanco... ¿Para qué quería Schumann a la gran artista a su lado? Desde luego no para componer.

Durante su vida en la casa paterna Clara había podido escribir, pero al casarse su esposo la convence de que es mejor que se dedique a dar a conocer sus composiciones . De esa manera ella queda anulada como compositora y sólo se le reconoce su capacidad interpretativa, de la que más adelante su marido estará completamente celoso. Dedicada además a cuidar de toda la familia, debe aparcar su carrera musical.
La historia de Clara no es sólo la de una mujer del S.XIX. Lamentablemente hoy en día y encubierto por un léxico que pretende ser no sexista y actitudes maquilladas de igualdad, muchas mujeres no pueden desarrollar su talento profesional porque se ven en encrucijadas emocionales tipo Clara Wieck. También encontramos mujeres mediocres que enarbolando la bandera de la igualdad, desarrollan una carrera profesional basada en los éxitos, el trabajo o los contactos de sus maridos. Conozco a varias que cuando se presentan dicen "...es que mi marido es..." o que cuando discuten su argumento es "... esto es lo que dice mi marido...". Pero ese es otro tema.


Hoy 13 de septiembre, aniversario de su nacimiento, no hablamos sobre Clara como símbolo ni por ser esposa de un músico célebre, sino por su gran sensibilidad hacia lo artístico, por su maestría al piano y por su talento como compositora. Porque merece ser recordada por ella misma.
Porque antes de que existiera Clara Schumann, ella ya era la gran Clara Wieck.

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