"A solas con mis notas, el corazón me late fuertemente y las lágrimas fluyen a raudales de mis ojos".
Giuseppe Verdi

jueves, 2 de julio de 2009

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La madre de todas las flautas



La foto de la izquierda, aparecida en El mundo hace unos días, nos muestra una flauta hecha de huesos de ave con cinco agujeros hallada en la cueva de Hohle Fels en el suroeste de Alemania. No tendría demasiado interés si no fuera porque este pequeño instrumento tiene unos 35.000 años de antigüedad, lo que demuestra que los primeros humanos modernos en Europa, hace alrededor de entre 35.000 y 40.000 años, ya tenían una tradición musical bien establecida. Esto ha llevado a los científicos a establecer que los primeros humanos modernos europeos también eran culturalmente modernos (La Vanguardia, 24-6-09)

Una de las flautas encontradas, hecha con el radio de un buitre leonado, ha sido reconstruida casi al completo a partir de 12 fragmentos. Podemos leer en El Mundo (29-6-09) que mide 21,8 centímetros de largo y unos 8 milímetros de diámetro. En ella se identifican cinco orificios para colocar los dedos sobre ellos, así como dos hendiduras en forma de «V» en el extremo superior del tubo, por donde los músicos probablemente soplaban. La otra punta de la flauta, el extremo inferior, permanece rota por la mitad del quinto agujero.
Además de lograr la reconstrucción de la flauta de hueso, los arqueólogos han rescatado de su yacimiento de Hohle Fels pequeños fragmentos de lo que muy probablemente sean dos flautas de marfil, y una tercera pieza del yacimiento de Vogelherd. Fabricar una flauta de marfil exige mayor pericia por parte del artesano mayor de la que requiere una en la que se utiliza como materia prima un hueso de ave, por lo que parece que el interés que ponían los primeros europeos en fabricar objetos musicales era bastante elevado.
Las flautas pertenecen a un yacimiento arqueológico muy estudiado de los albores del Paleolítico Superior. La estratigrafía sugiere que podrían tener, incluso, 40.000 años de edad. Una edad nada desdeñable para la música humana.
Tenemos por lo tanto entre nosotros las más convincentes pruebas de prácticas musicales humanas anteriores a 30.000 años. Si quieres deleitarte con sus sonidos, pincha el enlace y podrás escuchar cómo sonaba esa flauta. Pensándolo bien, tampoco hemos cambiado tanto.
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